Descripción del Viaje montañas rocosas por el Inside Passage:
Este es uno de nuestros más atractivos Viajes a medida Canadá Oeste que ofrecemos; un viaje ideal para conocer el oeste canadiense, hemos seleccionado lo mejor de cada rincón y ciudad, desde Vancouver hasta Calgary sin olvidar un paseo entre las ballenas de Tofino, un recorrido por la Isla de Vancouver (Pura naturaleza), o el andar por un glaciar y la ruta panorámica de Jasper y Banff.
Combinación perfecta del griterío de las ciudades, la majestuosidad de las montañas costeras y rocosas y el silencio respetuoso del saber vivir de las ballenas.
España
Salida 2 de agosto 2023
Volaremos en dirección a CALGARY y cuando aterricemos de noche iremos directamente al hotel junto a la Universidad de Calgary para descansar del viaje y prepararnos para el día que nos espera mañana.
Actividades:
Hemos llegado a Calgary en las mejores fechas: estos días se celebra en la ciudad el Calgary Stampede, el mayor festival del mundo “cowboy” del continente. Calgary se conoce como “Home of the Stampede” por su pasado eminentemente ganadero, y sus habitantes lo celebran cada año con conciertos, desfiles, concursos y sobretodo, rodeos! La ciudad entera se viste con sus mejores galas cowboy.
El metro gratuito del tramo central (Stephen Avenue Walk) nos permitirá desplazarnos más cómodamente por el eje central del Downtown. Los panoramas del centro urbano se combinan con los espacios verdes y con el río por la riba del cual se puede pasear cómodamente, pero el atractivo principal es sin duda el recinto ferial dedicado al Stampede.
Posibles lugares de interés:
Hoy nos levantaremos pronto y pondremos rumbo al parque nacional de Banff. Para ello nos desplazaremos previamente a la estación de autobuses de Greyhound Calgary. Para ello:
O, alternativamente, se puede pedir un taxi por unos 10 € aproximadamente.
Allí cogeremos el autobús dirección a Banff que sale a las 8:00 AM. Los billetes se encuentran en el anexo.
Durante el trayecto de 1h 40’ pasaremos las extensas praderas que rodean Calgary para adentrarnos en las increíbles montañas rocosas. El autobús nos dejará en la terminal Greyhound de Banff, y caminando unos escasos 450 metros por Lynx Street llegaremos al hotel The Homestead Inn, donde nos alojaremos. (Ver anexo)
Bienvenidos a las rocosas!
Una vez instalados en el hotel podremos acercarnos a la oficina de Avis para recoger el coche que nos permitirá descubrir las montañas a nuestro aire. (Ver anexo)
Este primer día os sugiero dedicarlo a conocer el área más cercana a Banff. Quizá la mejor manera para captar bien la escala de las cosas en esta zona de canadá es empezar por el Lake Minnewanka, a 10 minutos de Banff. Un paseo por su orilla os permitirá disfrutar de unas vistas inigualables. Podemos regresar a Banff por donde hemos venido o completando un loop pasando por los lagos menores cercanos.
De regreso a Banff veréis que la ciudad se encuentra enmedio de un valle frondoso, al pie de Tunnel Mountain. En vez de seguir hasta el centro por Banff Avenue, desviaros por Tunnel Mountain road y pasaréis por la ladera de la montaña. Si os animáis, hay un agradable camino para subir a pie hasta la cima que toma unos 45 minutos y ofrece unas increíbles vistas de 360º de Bow Valley.
El Bow River transcurre a través de la ciudad y rodeando la montaña. Podéis seguirlo desde el centro de Banff hasta las Bow Falls, a 5 minutos, para ver unas preciosas cascadas que caen suavemente sobre una lengua de roca calcárea. (Ver anexo: mapa de Banff)
Tras comer en alguno de los muchos restaurantes de Banff, os sugiero una pequeña escapada hasta Johnston Canyon, a unos 30 minutos.
Este precioso cañón nos ofrece una ligera excursión hasta sus cascadas, superiores o inferiores, y es una fantástica manera de comprender el poder del agua que ha esculpido estas montañas.
Restaurantes recomendados:
The Juniper Bistro, a 5 minutos en coche del centro y sin embargo aislado. Vistas impresionantes, comida excelente.
Opciones interesantes en el centro de Banff:
The Maple Leaf
Nourish Vegetarian Bistro
Tooloulou (Cocina cajún-canadiense).
El día de hoy lo dedicaremos a visitar los lagos más famosos de Canadá. Empezaremos con el bellísimo Lago Moraine (1h y cuarto des de Canmore) enmarcado con el Valle de los Diez Picos dentro del Parque Nacional de Banff. La pequeña ruta (3 km ida y vuelta, unos 45 minutos) que discurre por su orilla es preciosa y fácil de recorrer. A mano izquierda del parking está la llamada Rock Pile: encaramándonos a ella gozaremos de una vista privilegiada.
Una vez visitado el Lago Moraine, continuaremos en coche (20 min) hacia el sitio más famoso del parque, el Lake Louise, que también dispone de un camino siguiendo sus 2 km de orilla oeste. Este camino acaba en el arroyo que alimenta el lago y le proporciona ese color tan particular con la roca calcárea disuelta en el agua. Desde este punto podemos casi tocar el Glaciar Victoria, considerado entre los sitios más escénicos del mundo. Esta imagen quedará grabada para siempre en la memoria. (Orden intercambiable: el Lake Louise es mejor visitarlo a primera hora para evitar aglomeraciones. También se puede visitar en el día de viaje a Jasper)
A mediodía os propongo ascender en la góndola de Lake Louise hasta la cima del monte Whitehorn para disfrutar de los maravillosos paisajes que ofrece de las majestuosas Montañas Rocosas, donde a menudo se observan osos grizzly y ciervos (recomendable traer unos prismáticos pequeños para este viaje!). Mientras que hay multitud de restaurantes en la orilla del Lake Louise, os propongo hacer la comida en la ladera de la montaña, a 2042m, en el Whitehorn Lodge Bistro, con las tremendas vistas a nuestros pies. El propio teleférico nos ofrece un bono descuento para el restaurante.
(Gondola & Gourmet package 50$, bono de 25$ para el restaurante)
Una vez arriba, existen varios itinerarios posibles, de 1,7 a 3,4 km, por los bosques alpinos de la cima. Un buen cambio respecto las caminatas por los valles. Un itinerario en concreto, de 45’, se realiza con guía y tiene por objetivo conocer mejor el estado de los osos en el parque natural y explicar qué hacer en caso de encontrarnos con uno.
Al bajar de la Gondola, ya por la tarde, ir a tomar el té en los locales de la orilla del lago es una opción nada desdeñable. El “té de las cinco” es todo un ritual en Canadá, que recuerda así su origen como colonia Británica.
Regresamos a Banff para reposar, pero por el camino nos impactará ver Castle Mountain, una imponente montaña parecida a una muralla que domina el Bow River a sus pies. Una vez en Banff será un buen momento para hacer compras y descansar las piernas y los ojos. Alternativamente, también podemos aprovechar las últimas horas de luz para subir al teleférico de Banff Gondola, que ofrece una vista panorámica espectacular del valle, o bien darnos un relajante baño en las aguas termales naturales de Banff Hot Springs junto a Sulphur Mountain. Solo queda elegir dónde cenar hoy.
Hoy nos adentramos en el parque “vecino” de Banff: el Yoho National Park. Os recomiendo comprar comida para llevar para así aprovechar el día al máximo.
Emprenderemos el mismo camino que ayer, pasando de largo la salida de Lake Louise, para desviarnos hacia el Yoho, a unos 40 min hacia el oeste para ver el mágico Lago Esmeralda, que nos cautivará con el intenso color de sus aguas que le dan su nombre: para muchos, el lago más bonito de la zona, más aún que Lake Louise. En su orilla podemos alquilar canoas (40$) para una experiencia que nos conectará con la naturaleza, o simplemente dar un paseo por los bosques que llegan hasta su orilla, de variada flora que, por el microclima del valle, difiere mucho de la del resto de las rocosas.
Por el camino hacia Emerald Lake conviene detenerse en el pequeño desvío que nos lleva al Natural Bridge, una curiosa formación rocosa de origen natural en que el agua ha tallado un pequeño cañón dejando un pintoresco puente de roca que lo cruza.
Dejando atrás el Emerald Lake y el Natural Bridge retrocederemos unos kilómetros para coger el desvío que nos lleve hasta las impresionantes Takkakaw Falls. Nada que os pueda explicar puede describir la emoción que se siente al verlas aparecer en el horizonte, así que no lo voy a intentar. ¡Que sea una sorpresa!
La zona de aparcamiento está perfectamente habilitada y en 5 minutos estaréis al pie de las cascadas, que caen ¡302 metros! desde la lengua del Daly Glacier que las alimenta.
Desde el mismo punto donde se deja el coche salen varios senderos. Uno de los más recomendables nos lleva siguiendo el Yoho River en una preciosa excursión hasta las Twin Falls, pasando los pequeños Marpole Lake y Lake Duchesnay.
En el camino de vuelta quizá tenemos la suerte de coincidir con el paso de un tren de mercancías por los Spiral Tunnels, una vía de la Canada Railway Company que hace circular los trenes en dos espirales para ascender el Kicking Horse Pass, de modo que los larguísimos trenes pasan por encima de sí mismos.
Sugerencia: en vez de volver por la misma Trans Canadian Highway, desviaros en Lake Louise para ir por la antigua carretera de Bow Valley Parkway que discurre paralelamente a la nueva, pero por bosque cerrado, ideal para hacer alguna parada si conseguimos ver fauna salvaje.
Si nos hemos quedado con ganas de naturaleza, al lado de Banff se encuentran los Vermillion Lakes o la zona de interés geológico de Cave & Basin. Ésta será nuestra última noche en Banff así que disfrutad al máximo!
En el día de hoy haremos el largo trayecto entre Banff y Jasper con toda la comodidad de un autobús que parará en los puntos más destacados de la considerada autopista más paisajística del mundo.
Primero deberemos devolver el coche en la oficina de Avis para luego embarcar en el autobús de Sundog Tours a las 8:30. Una vez en el autobús emprenderemos nuestro camino por la carretera de los glaciares parando para admirar los lagos Louise, Bow y Peyto, dominados por el Crowfoot Glacier y el Bow Summit Glacier. La pradera que rodea el lago Bow es una auténtica delicia por la que pasear, mientras que el lago Peyto se observa desde un mirador de situación privilegiada. La carretera nos dará entrada al Parque Nacional de Jasper, uno de los más grandes del mundo. Llegaremos hasta el Glaciar Athabasca, parte del Columbia Icefield, el campo de hielo más grande al sur del Círculo Polar Ártico (cubre 325 Km2), donde pararemos para comer en el centro interpretativo.
Tendremos la oportunidad de contratar un paseo de hora y media en el Ice Explorer, todo un Monster Truck convertido en autobús, o bien un paseo sobre la plataforma acristalada colgante a 280 metros de altura, el Glacier Skywalk, con espectaculares vistas de las Rocosas. Los autobuses que nos llevan allí salen cada 15 minutos de la base de operaciones del Icefield Discovery Center, y está abierto hasta las 18h. Continuaremos dirección Jasper, parando en la pintoresca Weeping Wall y las majestuosas Athabasca Falls antes de llegar finalmente a nuestro destino: el aislado pueblo montañés de Jasper.
Nuestro guía nos dejará amablemente en el Tonquin Inn donde nos alojaremos. (Ver anexo)
Dedicaremos el día de hoy a descubrir las proximidades de Jasper, donde tenemos multitud de opciones.
Actividades:
También podemos bajar 50 km hacia el sur hasta el Maligne Lake, el punto más visitado del Parque Nacional de Jasper. Sin embargo, después de Banff y Yoho, el Maligne Lake no ofrece nada fuera de lo común y podemos prescindir de él ya que se encuentra bastante masificado.
Alojamiento en el Tonquin Inn. ¡Mañana abandonamos Jasper! Dad un paseo nocturno y no os arrepentiréis: Jasper se enorgullece de ofrecer cielos estrellados casi sin contaminación lumínica.
Hoy nos embarcaremos en el famoso tren que une las Rocosas del norte con el océano Pacífico, cruzando los rangos montañosos de British Columbia.
El tren saldrá a las 12:40 de la estación de Jasper, de modo que aún podemos aprovechar la mañana por la zona, o quizá comer pronto.
El tren nos llevará por una región rica en cultura e historia de las primeras naciones. Las espectaculares vistas del Parque Nacional de Jasper y las escarpadas Montañas Rocosas de Canadá, la belleza inquietante de la Costa del Pacífico y los asentamientos rústicos, granjas y aserraderos que salpican el paisaje repleto de lagos.
El tren se detiene durante la noche en Prince George y luego serpentea a través del Yellowhead Pass, a través de la meseta interior de la Columbia Británica y a lo largo del poderoso río Skeena.
El vagón Panorama nos permite aprovechar el techo de vidrio para disfrutar del paisaje en 360º, aunque los asientos están reservados. En el tren podemos comprar aperitivos y comidas aunque puede ser más práctico traer un picnic de Jasper.
El Travelodge Goldcap Prince George, el hotel de esta noche, se encuentra a pocos minutos de la estación de tren de modo que podremos alojarnos cómodamente sin tener que apenas desplazarnos.
A la mañana siguiente seguiremos el camino hacia Prince Rupert, llegando a la estación de tren a las 20:25. Desde allí un taxi nos llevará al hotel ciudad por unos 5 $
Alojamiento en el hotel Pacific Inn.
Bienvenidos al Pacífico Norte!
Prince Rupert es una ciudad portuaria en la provincia de Columbia Británica, Canadá. Situado en la isla de Kaien, Prince Rupert es el centro de transporte por tierra, mar y aire de la costa norte de la Columbia Británica, y tiene una población de 12.508 personas. Dato curioso: Charles Hays, presidente de la Grand Trunk Railroad, tenía muchas grandes ideas para Prince Rupert, incluyendo instalaciones de atraque para grandes buques de pasajeros y el desarrollo de una industria turística importante. Estos planes fracasaron cuando pereció en el Titanic en abril de 1912.
Según se dice, Hays hizo una observación profética en la noche del desastre; deplorando la forma en que las líneas de vapores competían para ganar pasajeros con embarcaciones cada vez más rápidas, se dice que comentó: «No pasará mucho tiempo antes de que esta tendencia provoque un desastre terrible.» Mount Hays, el mayor de los dos montes en la isla de Kaien, recibe su nombre en su honor.
Los alrededores de Prince Rupert albergan la naturaleza típica del Pacífico Norte más salvaje.
Hay varias áreas dignas de una buena visita:
La carretera de Wantage Rd. sube por la ladera hasta el pico de escasos 700m, sin desvíos. No hay muchos senderos marcados por la cima pero el paisaje vale la pena por sí mismo.
Un pequeño sendero de 15 minutos, enmedio de Wantage Rd., os llevará a los restos puesto de vigilancia de la segunda guerra mundial que domina el puerto.
Hay un mirador donde el camino llega al estrecho de Fern. Desde allí se puede ver cómo las corrientes de las mareas crean los rápidos oceánicos de Butze (Ver anexo), un fenómeno tan raro como peculiar.
Hoy nos embarcamos en el ferry que nos llevará a través del Inside Passage hasta Port Hardy, en el extremo norte de la Isla de Vancouver.
El ferry saldrá a las 7:30 de la mañana del puerto de Prince Rupert: BC Ferries indica que estar en el embarcadero 2 horas antes. Por suerte el Pacific Inn ya cuenta con estos horarios y ofrece el desayuno a partir de las 5 a.m. Con desayunar y coger un taxi nos podremos plantar en el puerto antes de las 6 sin problemas.
Una vez en el barco dispondremos de todas las comodidades de un crucero, aunque sólo vaya a durar un día.
A las 5 de la tarde el ferry realizará una parada de una hora para repostar en el puerto de Bella Bella, una más de las incontables y preciosas islas por las que pasaremos. En casi todas ellas hubo alguna vez un asentamiento aborigen, pero aún quedan muchísimos bosques isleños por los que aún no ha caminado nadie.
Durante el trayecto es probable que nos crucemos con fauna marina, como orcas, ballenas jorobadas, focas, o también osos pardos en la orilla y águilas calvas.
Llegaremos a Port Hardy a las 11:30 de la noche. En el puerto, un autobús lanzadera nos llevará al pueblo en unos 10 minutos. El “hotel” de esta noche es el Telco House B&B, que convenientemente se encuentra a 400 metros de la estación de autobuses de Port Hardy.
Después de un apetitoso desayuno cortesía de Chris y Gord, nuestros huéspedes, emprenderemos el camino hacia Campbell River. Para ello nos desplazaremos en un autobús de Tofino Bus Service operado por Greyhound. El bus sale a las 10:00 de la mañana y llega a Campbell a las 13:10. (Ver anexo).
Una vez en Campbell River nuestra mejor forma de transporte será el autobús urbano. 3 líneas nos llevarán hasta el hotel Best Western Austrian Chalet: la 3, la 5 y la 6. (Ver anexo)
Quizá lo más conveniente fuera ir hasta allí después de comer para dejar el equipaje y que nos sugieran las mejores actividades para la tarde
Campbell River es una pequeña ciudad junto a la orilla este de la Isla de Vancouver que sirve de punto de partida para aquellos que quieren descubrir los centenares de islas que pueblan el estrecho entre Vancouver Island y el continente. Las corrientes oceánicas que se encuentran en sus aguas forman unos poderosos rápidos marinos únicos en la zona. La fauna marina se acumula en los estrechos, alimentándose del abundante salmón salvaje.
Podremos conocer el pueblo por nuestra cuenta. En la zona del puerto se encuentra el Discovery Pier, espacio de recreo y ambiente agradable donde los locales van a pasear relajadamente disfrutando un helado, y donde siempre hay muchos vecinos pescando.
Sin embargo, si no os interesa el pueblo en sí, justo a las afueras se encuentra el bonito Parque Provincial de Elk Falls, con un puente suspendido pintoresco y bosques tropicales típicos de la isla. Unos 20 km más al norte se encuentra el camino de Ripple Rock Trail, una preciosa excursión de 8 km que nos lleva por bosques hasta un promontorio que sobresale ante el mar y desde el cual el estrecho nos obsequia con unas magníficas vistas.
En la misma carretera del hotel, un par de kilómetros más abajo, se encuentra el Rotary Sea Walk, un simple paseo junto al mar, que en la marea baja puede ser una zona perfecta para pasear. En la arena suelen encontrarse numerosas estrellas de mar.
Hoy nos embarcamos a la aventura para descubrir el pueblo de los indios Homalco que pueblan esas tierras desde tiempos ancestrales en el Wildlife Discovery and Homalco Cultural Tour de la mano de Campbell River Whale Watching Adventure Tours y del Homalco Council.
Empezaremos yendo al puerto de Campbell River donde la embarcación cubierta nos llevará en un trayecto por mar de hora y media aproximadamente a través de las islas y estrechos de la zona. Por el camino, igual que durante el día del Inside Passage, nos cruzaremos con fauna marina variada.
El barco nos llevará hasta la bahía de Bute y hasta la entrada de Orford River, donde nos esperarán los miembros de la tribu Homalco para recibirnos. Desde allí nos llevarán hasta el Homalco Lodge, donde nos enseñarán su historia y tradiciones, cómo hacen sus obras con los telares, cómo fabrican las canoas Salish… Si la corriente es favorable haremos una salida a remo con una de estas canoas tradicionales.
Acto seguido nos llevarán con vehículos remontando el río Orford hasta la zona de cría del Sockeye Salmon, donde estos peces remontan la corriente para desovar río arriba y donde los osos Grizzly bajan a pescar. Varios puntos de observación especialmente preparados para ello nos permitirán deleitarnos con este espectáculo de la naturaleza que sólo vemos en los documentales. Es frecuente ver cachorros de oso junto a su madre devorando los peces que ésta va sacando del agua.
Una vez de vuelta en el Homalco Lodge se celebrará un festín de marisco y pescado junto a los miembros de la tribu antes de regresar hacia Campbell River al atardecer para despedirnos del pueblo con un último paseo.
Hoy nos tocará madrugar: el bus que nos ha de llevar hasta Victoria sale a las 7:30 del centro de Campbell River y discurre por las sinuosas carreteras de la isla hacia el sur para llegar a Victoria alrededor de las 12:20 (Ver anexo). Os recomiendo coger algo de comida para el trayecto ya que las paradas son de apenas 5-10 minutos y no da tiempo a buscar algún local en el que comer.
Nos alojaremos en el modesto hotel Super 8 Victoria, en la principal calle que lleva al Downtown y a unos cómodos 70 metros de la parada del autobús 31 que nos lleva allí. Para movernos por Victoria será recomendable usar la red de autobuses del transporte público (Ver anexo)
Victoria, en el punto más al sur de la enorme Isla de Vancouver, atrajo los primeros habitantes británicos hace tan sólo 150 años, y con el tiempo ha mantenido su encanto del Viejo Mundo con sus edificios de «tabique rojo». El centro de Victoria está ubicado en una bahía interior en la que se encuentra el puerto. En primer plano aparece el famoso Hotel Fairmont Empress, que construyó la compañía del ferrocarril Canadian Pacific, así como el edificio hisórico del Parlamento Provincial, sede de la democracia de este país antes de que se trasladara a Ottawa. Junto al muelle se encuentra el Victoria Visitor Centre, donde nos darán toda la información que necesitemos para estos dos días.
Una vez en Victoria, os recomiendo visitar el puerto y las zonas del Downtown que lo rodean. El ambiente festivo en el muelle en ebullición constante de visitantes que vienen a ver el Empress y el Parlamento es muy agradable. Si preguntáis a los guardas del Parlamento os darán algunos detalles de la historia de este maravilloso edificio. Los parques y jardines de la ciudad, mundialmente famosos por su encanto, son perfectos para pasear tranquilamente. En el centro, Beacon Hill Park, con su variada y abundante fauna, se encuentra junto al mismo océano. Abkhazi Gardens1, a pocos minutos de allí, también ofrece las imágenes más típicas de Victoria.
Más alejados del centro, pero aun así bien cerca de la ciudad, encontramos verdaderos bosques: Thetis Lake Regional Park, Goldstream Provincial Park… Hay para elegir. Otra posibilidad muy atractiva es hacer un recorrido siguiendo la costa y observando el océano pacífico (en bicicleta puede ser una buena opción) recorriendo un camino de ronda que de repente deja paso a acantilados, descubriendo playas salvajes e indómitas…
Día libre para conocer Victoria y sus alrededores a nuestro ritmo. En la recepción del hotel nos podrán aconsejar acerca del mejor medio de transporte para lo que deseemos visitar.
Os recomiendo encarecidamente hacer una visita a los jardines de Butchart Gardens (Entrada 32.10$, unos 22€). Son quizá el reclamo más conocido de la zona de Victoria y por una buena razón. Para llegar allí deberemos coger el autobús 75 que pasa por delante mismo del hotel Super8.
Estos magníficos jardines ocupan en la actualidad una superficie de 20 hectáreas. Cuando Jennie Butchart los creó hace más de 100 años estaban destinados a adornar una antigua cantera de piedra explotada por la compañía cementera de su esposo, pero con el tiempo acabaron eclipsándola.
El Sunken Garden, el jardín de la parte baja rodeado de hiedra, se encuentra cerca de la hondonada dejada por la cantera, pero ahora allí sólo se encuentran prados, árboles y arriates de flores que son una verdadera maravilla. Las flores cambian al ritmo de las estaciones, pero la visión es espectacular en cualquier época del año. El Rose Garden, otra de las 5 divisiones de los jardines, tiene allí más de 100 variedades distintas de rosales, con un olor embriagador.
Pero sin duda el más bonito es el Japanese Garden. Simplemente tiene una atmósfera mágica. Junto a él se encuentra el muelle que da a la bahía posterior, por la que Mr. Butchart traía sus invitados más selectos a disfrutar de los jardines.
Tras desayunar nos dirigiremos hacia la estación de autobús para salir en dirección a Swartz Bay, desde donde saldrá el ferry hacia la ciudad de Vancouver. Para ello cogeremos el autobús 70 o 72, en la parada de justo delante de nuestro hotel.
Tras un trayecto de unos 50 minutos llegaremos a Swartz Bay. Allí bastará con acercarnos a las taquillas para comprar el billete del ferry (17.2 CAD, unos 12 €). El ferry sale a cada hora a en punto, y para embarcar hay que estar en la terminal al menos media hora antes. Podréis elegir el ferry que más os convenga, según si deseáis pasar algún tiempo más en Victoria, o si deseáis llegar bien pronto a Vancouver (el primero sale a las 6:00 a.m.).
El trayecto en ferry dura aproximadamente una hora y media, cruzando las aguas del Moresby Passage. Una vez en la terminal de Tsawwassen estaréis justo a la altura de la frontera con Estados Unidos. La estación de autobús se encuentra delante mismo de la terminal del ferry. La única ruta que sale de allí es la 620, que cogeréis hasta la estación de Bridgeport STN Bay 1.
Finalmente, allí cogeremos el autobús 240 o el 246 en Georgia St. en dirección oeste, que tras 15 minutos nos dejará en EB MARINE DR FS CAPILANO RD.
Hemos llegado a Vancouver y nos hemos instalado en el hotel. Bien. ¿Qué os parece si ahora disfrutamos de la ciudad? Os dejo con algunas propuestas.
Cuando deseemos volver hacia el Downtown tendremos dos opciones: O bien coger el bus en dirección opuesta
O bien seguir por Marine Dr. hacia el este con el bus 239 hasta el mercado de Londsdale Quay (visita muy recomendada para comer o cenar por cierto) y allí coger el ferry que cruza la bahía hasta el Downtown. El mismo trayecto se puede realizar para volver al hotel por la noche.
Vancouver es ciudad que ha sabido integrar una naturaleza tropical en una ciudad cosmopolita, la Barcelona de Canadá quizá. Vancouver cuenta con uno de los climas más benignos del país durante todo el año. Una visita indispensable para comprobar ambos hechos es el Stanley Park. Sus bosques, playas, paseos y miradores no se acaban en un sólo día: ¡Es el parque municipal más grande del mundo! Gozar de las vistas de la ciudad al caer la noche y ver la puesta de sol sobre el mar es un privilegio que no podéis dejar pasar.
Os recomiendo hacer tiempo en el Downtown hasta las 5 y pasar el resto de la tarde por el parque mientras anochece delante vuestro, para regresar después a cenar al Downtown antes de ir a dormir al hotel. Hay buses hasta bien entrada la noche, o bien ferries hasta poco antes de las 10 aproximadamente. A 400m de la estación de ferry se encuentra el Vancouver Visitor Centre1, donde podemos coger un práctico mapa de lo más destacable de la ciudad.
Día libre para conocer Vancouver. Os recomiendo el siguiente recorrido:
Empezad el día en el típico e histórico barrio de Gastown, donde nació la ciudad, el centro financiero y comercial. Es uno de los barrios más antiguos de Vancouver, una mezcla de calles adoquinadas, edificios decimonónicos, farolas de gas y repleto de restaurantes, tiendas y cafés. Además podrás apreciar su famoso reloj de vapor y la estatua de Gassy Jack, el «fundador» de la ciudad. Podéis pasar por la Harbor Centre Tower, el mirador más alto de la ciudad (está en un extremo del mismo Gastown).
Paseando por Vancouver nos encontraremos inevitablemente con Granville Street, la referencia de la vida comercial del Downtown y la puerta a la zona de negocios de Burrard.
Por otra parte, la zona suroeste del Downtown es el centro de la vida juvenil y de ocio, de las tiendas alternativas, los pubs, los clubes nocturnos y los albergues juveniles, todo ello reunido a lo largo de Davie Street. Muchas impresiones diferentes en una calle imprescindible de Vancouver. La reconoceréis por sus pasos peatonales arcoíris!
Por último Granville Island. Esta isla es una zona recreativa y con un bullicio constante de gente que viene a pasar su tiempo libre. Situada en un barrio industrial que cuenta con una fantástica serie de comercios, galerías y estudios de artistas ubicados en almacenes y cobertizos de colores brillantes, además de una gran variedad de cafés y restaurantes.
Si queréis un poco de historia el Museo de Antropología de la Universidad de Columbia, no nos dejará indiferentes.
Una buena idea para hoy sería regresar del Downtown con el ferry y cenar en el Lonsdale Quay Market. Excelentes restaurantes para comer o tiendas en las que comprar aperitivos para el camino, panaderías, sushi y la posibilidad de comer en el interior o al aire libre.
El viaje llega a su fin, pero antes nos espera un último toque de la auténtica Columbia Británica, con la visita a una de las atracciones más famosas de Vancouver: el Capilano Suspension Bridge, el puente colgante más alto del mundo. Una auténtica experiencia, paseando por encima de los árboles a 70 m. de altura. Con sus impresionantes vistas al cañón, los Tree Top Bridges suspendidos entre los colosales árboles y la caminata paralela a la pared del cañon: el Cliffwalk.
Si nos animamos, podemos dirigirnos más al norte a ver el Capilano River, desde abajo, o bien coger el teleférico que nos sube a Grouse Mountain (39.95 CAD). Arriba encontraremos todo un centro de interpretación con restaurante y hasta osos salvajes si hay suerte.
El resto del día libre, hasta salida de avión a las 18:35. Robson Street, en Gastown, es la zona de compras por excelencia, con mil sitios donde comer, así como el Boulevard de la Exposición Universal. También en Robson St. se encuentra la Vancouver Public Library, un edificio moderno muy particular que no parece una biblioteca. O, para despedirnos del Océano Pacífico, qué mejor que pasar una tarde relajándonos en Kitsilano Beach, “Kitsi” para los locales, la playa por excelencia de la ciudad.
Para llegar al aeropuerto de Vancouver (YVR), simplemente deberemos coger el Canada Line del Skytrain en las estaciones del Vancouver City Centre o bien Waterfront que enlaza con el ferry.
Os recomiendo llegar al aeropuerto con dos horas de antelación para estar seguros. En principio el tren no tarda más de 25 minutos entre Waterfront y el aeropuerto.
Ha llegado la hora de despedirnos de Canadá. Si habéis disfrutado del viaje tanto como nosotros diseñándolo especialmente para vosotros, es que lo habéis disfrutado mucho. Esperamos que los recuerdos de estos paisajes y experiencias se queden grabados en vuestra memoria para siempre.
Buen viaje y acordaros de llevaros unas botellas de sirope de arce!
En Red Lands and Whales, ofrecemos a todos nuestros clientes, todo tipo de formas y maneras de ver y conocer el Oeste de este hermoso país, entre las principales opciones destacan las siguientes:
Viajes Canadá Oeste en grupo reducido
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